Ideas para superar la crisis

Nunca un acto de violencia será una vía para lograr los objetivos que la ciudadanía demanda en las calles. Condeno a aquellos que han destrozado la propiedad pública y privada, como también a los que ayer hirieron en Santiago a dos jóvenes carabineras oriundas del sur. Pero, por cierto, también repruebo a las fuerzas policiales que se han excedido en sus procedimientos, provocando la pérdida de vidas humanas y miles de heridos.

Pero, ¿qué nos ha llevado a esto? Simplemente, el que la élite política y empresarial jamás logró percibir que teníamos una sociedad que incubaba por años una enfermedad: la desigualdad profunda que ahogaba el alma de nuestros compatriotas; pensiones indignas, con millones de chilenos (as) endeudándose más y más para subsistir, ni siquiera para progresar; una sociedad que observaba cómo al poderoso se le permitía evadir impuestos e incluso llevar sus dineros a paraísos fiscales; una sociedad que veía cómo el acceso a la salud, a la educación e incluso al agua, estaba amarrada a una Constitución que no permite avanzar en los derechos sociales de nuestros compatriotas.

Seamos claros, una sociedad que veía estupefacta cómo la corrupción política, empresarial y de instituciones valiosas para el país, como Carabineros y el Ejército, se convirtió en una moda, y con una justicia que llegó a acuerdos para eximirlos de responsabilidades penales.

Tengo la convicción de que el Presidente Piñera no ha estado a la altura en esta crisis. Hemos tenido un Gobierno errático y sordo a las demandas ciudadanas. Un 85% de los chilenos quiere una nueva Constitución y un 75% aprueba que sea a través de una Asamblea Constituyente, pero ellos siguen pretendiendo engatusar a los chilenos (as) con una agenda social absolutamente insuficiente.

Como una nueva Constitución, a través de un plebiscito, implica un proceso a mediano plazo, creo que dos reformas inmediatas responderían, en parte, algunas demandas. Si bien el fondo es terminar con el sistema de AFP, en la actualidad es trascendental permitir que cada trabajador pueda retirar hasta un 30% de sus ahorros previsionales al momento de jubilar, para libre disposición, y modificar la tabla de expectativas de vida  que utilizan las AFP para calcular las pensiones, bajándola de 110 años a 90 años.

Por otro lado, se deben disminuir los obscenos gastos en equipamiento militar, para llegar de aquí al 2021 con pensiones básicas solidarias iguales al sueldo mínimo. Partamos por algo.

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